lunes, 31 de agosto de 2009

No levantan las ventas para el invierno

El verano cerró bien, aunque los datos hasta ahora marcan una ocupación que osciló entre el 70 y el 80 por ciento durante la época vacacional; en la Riviera Nayarit quieren esperar a contar con los datos de la última semana de agosto para hacer el balance. Con todo, lejos de que esta cifra ayude, creen que puede significar un derrumbe en el porcentaje de cuartos-noche ocupados.
“La última semana siempre es terrible, entonces si las primeras tres tuvimos ocupaciones buenas, considerando la situación, el cierre del mes nos hecha a perder todo el trabajo porque lo que sabemos es que no ha sido nada bueno”, asegura Marc Murphy, director general de la Oficina de Visitantes y Convenciones (OVC)-
A pesar de eso, no es ni el descenso de los índices comparados con el verano pasado ni el triste panorama que se espera para septiembre y octubre lo que más preocupa al responsable de la promoción del destino, sino la pobre preventa que se ha registrado hasta ahora para la temporada invernal.
“Recién arribé ayer (miércoles) de un viaje de promoción por Chicago y Wisconsin, venimos contentos porque encontramos mucho optimismo entre nuestros socios, pero al mismo tiempo el comentario general es que el negocio está muy malo”, advirtió Murphy.
El sondeo general arroja pocas reservaciones para lo que se conoce como la temporada alta en la Riviera Nayarit, toda vez que tradicionalmente las ventas se daban para esa temporada con un promedio de anticipación de tres meses a los días de visita, lo que quiere decir es que los hoteles esperarían tener casi el total de sus habitaciones en preventa para el principio de noviembre. No es así.
“Está sucediendo que las compras se están volviendo de último minutos, si la gente compraba sus vacaciones con 90 días de anticipación ahora lo está haciendo 45 días solamente, se está esperando más porque no hay la misma capacidad de antes”, explicó el directivo.
Este tipo de compras dificultan a las empresas, particularmente a las touroperadoras, una buena planeación de su logística, pues no sabe a ciencia cierta cuánta gente tendrá que transportar en los próximos meses, ni cuántas habitaciones puede negociar con los hoteles, por lo que según Murphy la promoción se vuelve un reto aún más grande.
“Se vuelven compras de último minuto y eso no es bueno, porque las empresas se ‘paniquean’ y empiezan a bajar tarifas, es ahí cuando los destinos entran en una guerra de precios que a nadie conviene”, señaló.
Murphy destacó que desde la OVC de la Riviera Nayarit se trabaja intensamente para lograr que la temporada invernal sea baja, pero advierte que desde ahora eso está significando muchísimo trabajo para la oficina.

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