miércoles, 19 de agosto de 2009

Sigue éxodo hacia el sur


Hace un año eran cinco compañías las que daban servicio de transporte directo desde La Jarretadera hasta Tuxtla Gutiérrez, en Chiapas; ahora son sólo tres. No es lo más grave, si bien los autobuses siguen transportando hasta el sur del país, sus corridas han disminuido drásticamente y los regresos los hacen prácticamente vacíos.
La crisis económica a escala mundial golpeó con particular fuerza a la industria inmobiliaria, esa que había logrado que más de seis mil personas llegaran a La Jarretadera para establecerse temporalmente, conseguir un trabajo bien remunerado en la construcción y, luego de hacer un ahorro, regresar a su tierra.
Eran los otros ‘mojados’, los que veían un sueldo menos apetitoso que en Estados Unidos pero condiciones más seguras, por no arriesgar la vida para cruzar la frontera y por no tener que enfrentarse a la migra.
Por lo demás no había mucha diferencia: vivían en barracas, sin baños, sin contratos ni esquema alguno de seguridad social. No había tanto dinero, pero sí mucho trabajo; como pasa del otro lado, acá también se acabó.
“No pues la verdad yo ya no vuelvo, al menos no por ahora. Tengo dos meses batallando buscando un jale y nada. Ya hasta me estaba gastando lo que iba a mandar a la casa. Luego tampoco es que quedara mucho para ahorrar. Hace un año que vine hasta dos mil 500 pesos me ganaba a la semana, ahora con trabajos querían pagar mil o mil 500”, dice Rubén, de allá por Los Altos de Chiapas, antes de abordar la unidad de Transportes Jiménez que lo llevará hasta Tuxtla.
La jornada es larga, 22 horas de trayecto con una sola parada, en Veracruz, para hacer el desayuno. El chofer se lo advierte: si no ha comido, debe hacerlo antes de que den las 16:30 y el camión salga; si ya comió, debe aprovisionarse para la cena.
“No paramos hasta Veracruz, porque si nos detenemos allá por el DF se nos complica la cosa. Además tenemos que ahorrar tiempo y gasolina, porque ahora sólo vamos a llevar doce psajeros”, dice el conductor.
Transportes Jiménez es quizás uno de los touroperadores que han logrado establecerse mejor en este servicio. Pero las cosas en los últimos dos años les han cambiado mucho. El año pasado, aunque los sueldos de los ‘chiapanecos’ iban a la baja, ellos sacaban hasta cuatro o cinco camiones en un buen sábado. Eso a pesar de que había más competencia.
“Ahora no. Ahora sólo sale un camión el sábado y otro el miércoles. Si van llenos normalmente, pero es que antes sacábamos como el triple o más de gente y eso que ahorita nos emparejamos con la competencia y estamos cobrando sólo 500 pesos el pasaje”, explica Luis, uno de los boleteros de Jiménez.
En efecto, esa empresa hace un año era la más cara, cobraba hasta 800 pesos el pasaje, aunque de pronto ofrecían descuentos y el boleto quedaba en unos 600 pesos. Eso no es lo peor, lo peor es que ahora la gente que se iba ya no regresa, como Rubén.
El cierre del comercio en La Jarretadera es un reflejo. Sí hay chiapanecos, incluso muchos se quedarán porque ya establecieron acá a sus familias; pero otros, los más, cuando se van, allá se quedan. Por eso el camión regresa va

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