lunes, 14 de septiembre de 2009

Advierten siete meses de mentiras

Hace casi siete meses, en la segunda quincena de febrero, los vecinos de la avenida Tercer Mundo, en San Francisco, Nayarit, vieron como entraba la maquinaria a despedazar el tradicional adoquín que la poblaba y de paso los árboles que dotaban de sombra al paseo. Se opusieron y fueron etiquetados de agitadores. Hoy, la obra luce abandonada, los vecinos se han vuelto a manifestar en contra del abandono y, como respuesta, el aparato del gobierno municipal reaccionó para llamarlos evasores.
Manifestarse en favor de la ecología y en contra de la pavimentación con concreto hidráulico de la principal vía del pueblito, ese que se pretende alzar como capital cultural de Nayarit, ha costado caro a sus habitantes.
Ya en febrero, cuando a pesar de las manifestaciones y las etiquetas colocadas en los árboles, pidiendo respeto al medio ambiente, se podía apreciar el malestar entre los pobladores, no sólo locatarios del lugar, por el estado de las cosas (Tribuna de la Bahía, 1º de marzo de 2009).
“Las autoridades en este estado todavía son prepotentes; pero no se dan cuenta de que las cosas aquí ya no son como hace 40 o 50 años. Aquí ha venido a vivir gente extranjera, sí, pero también de Guanajuato, de Guadalajara, de Monterrey; es gente que ha estudiado, que ha viajado por el mundo, son libres pensadores y no están dispuestos a aceptar todo lo que impone la autoridad desde un escritorio”, dice la vecina.
“Las autoridades en este estado todavía son prepotentes; pero no se dan cuenta de que las cosas aquí ya no son como hace 40 o 50 años. Aquí ha venido a vivir gente extranjera, sí, pero también de Guanajuato, de Guadalajara, de Monterrey; es gente que ha estudiado, que ha viajado por el mundo, son libres pensadores y no están dispuestos a aceptar todo lo que impone la autoridad desde un escritorio”, dijo entonces María Elvia García.
El pavimento se levantó, se excavó el lienzo de la vía y después de unos días de trabajo, la obra se abandonó. Como muchas otras en las que el Ayuntamiento ha enfrentado los reclamos de vecinos, en lugar de avanzar y solucionar los problemas, se congelan los trabajos y a los vecinos les dejan calles intransitables y enlodadas.
El viernes pasado, cuando la sesión de Cabildo que se celebró en una plaza pública de la población discutía los puntos generales, una de las vecinas se atrevió a alzar la voz. Su denuncia era contundente, exhibía un periódico en el que mediante un boletín emitido desde el Ayuntamiento se presumía la conclusión de la obra en los términos pactados en la licitación. Pidió a los regidores mirar a uno de los costados de la plaza para ser testigos de una mentira más.
“Mucha de la gente que hay aquí no lo dice porque tiene miedo. Vienen a decir que tendremos unas fiestas patronales muy bonitas. De que se trata ¿pan y circo?”, dijo Yolanda Villa. “Es fecha en que todavía no esta terminada y estamos cerca de la temporada alta y no vemos nada en concreto, además la obra es de pésima calidad y ya presenta encharcamientos”, arremetió la afectada.
No era para menos, pues para acceder a los negocios establecidos en la zona hay que sortear obstáculos que dejó inconclusos el contratista, Sergio Rubio, hasta en las banquetas. Eso, aseguró Yolanda Villa, derivó en menos visitantes y compradores en sus establecimientos, que incluso en muchos de los casos han tenido que cerrar sus puertas.
El reclamo, lejos de llamar a las autoridades a buscar las soluciones, convirtió a quienes viven en San Pancho en el blanco de nuevos ataques. Mediante un boletín de prensa, la oficina de Comunicación Social aludió a una intervención y posterior entrevista dirigida, con María García, en la que se acusó a Villa de evadir impuestos.
“María García dijo desconocer quien es esa dama, Yolanda Villa y que sólo sabe que llega a un fraccionamiento propiedad de residentes extranjeros que no pagan sus impuestos de predial, desde hace varios años. Luego nos enteramos que Yolanda es del Distrito Federal y que tiene una agencia de viajes”, se redactó en el boletín, en el que se dice que la obra de la avenida Tercer Mundo “puede esperar y que todos están contentos con las demás obras que realiza el presidente Héctor Paniagua”.

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