El agarrón fue hace más de una semana, pero las heridas están frescas. Aunque el regidor Javier Gutiérrez Valencia asegura que la discusión que sostuvo con el alcalde, Héctor Paniagua Salazar, en la más reciente sesión de Cabildo (Tribuna de la Bahía, 22 de julio de 2009) no daña la imagen del Partido Revolucionario Institucional (PRI), sí sostiene que es un mal gobierno el que la debilita.
Gutiérrez Valencia, quien además es presidente del Comité Directivo Municipal del PRI, argumentó que contrario a lo que declaró el alcalde en el sentido de que se estaban llevando a tribuna los asuntos personales, replica que no es el quien lo ha hecho.
“El alcalde desvió la discusión para evitar que se cuestione su trabajo y es evidente que ataca, con toda su estructura, a todos los que no estamos de acuerdo con su proceder en algún momento. Yo nunca le cobré nada, ni le reclamé problemas personales, sólo pedí justicia para la gente que pide que se le arregle su calle, es todo. Pero no quiere que seamos lo regidores quienes bajemos los recursos, o gestionemos, y los funcionarios no hacen sino lo que él les dice; pero nosotros también somos parte de la autoridad”, dijo.
El edil recordó que su intervención fue para pedir que se contratara maquinaria que permita atender quejas ciudadanas por el encharcamiento y los baches que hay en innumerables calles de terracería a lo largo del municipio.
Por eso, asegura que él no está cobrando, al menos no usando su investidura de regidor, los adeudos que generara la Administración de Jaime Cuevas Tello con una empresa de transporte de materiales de su propiedad.
“Yo no voy a venir a pedirle que me pague. No lo hice y no lo estoy haciendo. Ese adeudo ya determinará una autoridad en la materia, en su momento, si se me tiene que pagar o no. Estoy consciente de que es un adeudo de la Administración anterior. Quien trajo a la tribuna ese tema fue él y lo hizo sólo para desacreditarme”, señala.
Con todo, el titular del CDM del PRI, asegura que la discusión y particularmente su postura no dañan en nada a la imagen del partido, toda vez que el pueblo los eligió precisamente para gestionar soluciones a sus problemas y cuidar que los recursos se gasten adecuadamente.
“Entonces una actitud crítica hacia la presidencia municipal, aunque provenga del mismo partido, es sana y no perjudica la vida institucional. Al contrario, lo que sí perjudica al partido es si hacemos un mal gobierno, uno de revanchismos y donde sólo se beneficia a determinadas personas, eso sí lo perjudica”, concluyó.
martes, 1 de septiembre de 2009
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