sábado, 12 de septiembre de 2009

La evolución de las lolitas



Pequeñitas, pequeñitititas, como sus prendas íntimas, las lolitas son fantasía; por eso, cuando maduran, se olvidan. Hace cuatro años, cuando comenzábamos con esto del Roedor de Lencería, la francesita Alizée nos conmovía, por su ingenua perversidad, pero nos sorprendía, porque al aparecer en sus conciertos libre de calzoncitos cancelaba el morbo suspicaz de quienes somos enamorados del encaje.
Luego, muy poco tiempo después, Alizée fue mamá y se acabó el encanto. Maduró, y como fruta madura, su dulzura extrema la echó a perder. Quedan en la nostalgia de la red sus videos, esos en los que nos hiciera perder el entusiasmo cuando al hacer una genuflexión mostraba sus gluteos completamente desnudos.
Pero las lolitas retoñan, con cada nueva generación. Hoy nos deleita con sus atrevidas presentaciones la rubia intrigosa Taylor Momsen, quien interpreta a la más pequeña y menos adinerada de las niñas del jetset neoyorquino en la serie Gossip Girl.
A sus ‘sweet sixteen’, como dicen los gabachos, la intérprete de Jenny Humpfrey deslumbra cuando toma los escenarios para interpretar su propia música, acompañada por la banda The Pretty Reckless, ataviada exclusivamente en un atrevido conjunto de lencería negra, con apenas una delgada blusa encima.

Ah qué notas duras, qué acordes en esa voz gruesa de femme fatale, pero sobre todo qué imagen de dureza inexperta. El video es una delicia, de valor inapreciable, para olvidar la serie completa que semeja apenas la telenovela mexicana Muchachitas.
Sí, ésta lolita sí promete, porque tiene claro que no hay que andar por la vida sin calzones, como lo hacen ahora las divas juveniles, sino mostrar con atrevimiento las célebres prendas interiores.

Por cierto, que hemos también descubierto que la frase popular para etiquetar a los malencarados, ‘tiene cara de sargento’, ha encontrado un nuevo significado, y es que si todos los sargentos son heroícamente sensuales como la británica Katrina Hodge, seguro que nos enlistamos, sobre todo si en lugar del uniforme camuflado que le ha ganado el mote de ‘Combat Barbie’, nos la ponen en la línea de mando con el modelito con que posó para la firma La Senza. ¡Atención pelotudos! ¡Firmes! ¡Ya!

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