martes, 8 de septiembre de 2009

Es definitiva la resolución contra los Mancini

Aunque tan sólo en lo que va de este año se han recibido más de 400 casos, en la Junta Especial de Conciliación y Arbitraje Número 4, con sede en Bucerías, tienen fresco el pleito que entablara Fernando Brambila contra Esther Tejeda de Mancini por incumplimiento de contrato; hay una razón para eso: es el primer caso que atiende esa Junta que termina con la adjudicación de un bien por la vía de la subasta.
Desde su creación hacia finales de 2004, la Junta Especial no había tenido que llegar en un caso a esta instancia. La mayoría de los recursos interpuestos por trabajadores, aseguran, termina en conciliación, el resto cuando hay un laudo condenatorio, se cumple sin tener que requerir el embargo.
Así, el remate el pasado 3 de agosto de la propiedad de Esther Tejeda de Mancini, el primero que realiza esa Juntam, les llama la atención. “Es un caso en el que a ambas partes les ganó la pasión. El problema es que ya hay un laudo condenatorio que es definitivo y los Mancini tienen ya poco que apelar, por no decir que ya no hay nada qué hacer”, explica la presidenta de esa dependencia, Eudolia Estrada.
Desde el punto de vista de la titular de este organismo de arbitraje laboral, los Mancini tuvieron una pobre representación legal con los abogados que fueron presentados e incluso advirtió que si no recibieron notificaciones directamente en su domicilio, es parte de esa mala actuación de los abogados.
“La señora se presentó a la primera audiencia y declaró, ahí mismo se presentó con carta poder su abogado y también hizo sus pronunciamientos. En ese primer encuentro el abogado señaló como domicilio para las notificaciones el estrado; por eso todas las notificaciones que derivaron después se enviaron ahí, al estrado. El abogado debió estar atento a recibirlas”, explica la funcionaria.
Eudolia Estrada incluso recuerda que el mes de julio pasado, cuando la Junta emitió el laudo condenatorio y, tras vencerse el término para presentar la indemnización del empleado, se dio la orden de remate, ella pidió que fuera personal de la Junta Especial a entregar una notificación al domicilio de los Mancini, a pesar de que habían solicitado ser enterados en el estrado.
“Nos parecía muy raro que se cumplieran los términos y no tuviéramos reacción de ella; pero así fueron venciendo todos los plazos. Cuando salió la orden de remate, le mandamos la notificación al domicilio. Incluso se hizo cuando hubo un periodo de vacaciones, en julio pasado, esperando que en ese tiempo se presentarán y antes de rematar la casa presentaran la indemnización. Pero tampoco se presentaron”, señala.
Al remate asegura que se presentaron varias ofertas. Se adjudicó a la mejor. Entonces se pidió de nuevo notificar del resultado a los afectados, la casa ya no es de ellos y tienen que dejarla, asegura Estrada.
“En estos días han venido como seis abogados pidiendo el expediente, en su nombre, sólo uno de ellos exhibió la carta poder para poder acceder a los documentos. Nos dicen que la señora está en Estados Unidos, pero nosotros no podemos, por ley, entregar copias a cualquiera. Además insisto, el laudo ya está, ya no hay más nada qué hacer”, señala.
Cuando se recuerda que el problema inicial se refería a un contrato para construir una alberca por 50 mil pesos, de los que ya se habían pagado 35 mil, y se preguntan las causas que obligaron a la Junta a emitir el laudo condenando a pagar más de 188 mil pesos a los patrones, la funcionaria explica que la demanda fue por sueldos caídos.
“El trabajador no demandó por el importe de lo construido, sino sobre el monto que se le había estado pagando periodicamente. Sobre esa base, se le concede el pago de salarios caídos y resulta en la suma que señala la condena”, concluye Eudolia Estrada.

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