domingo, 20 de septiembre de 2009

Para evitar desfalcos, hay que cambiar la ley: Edmundo Oregón

Si se comprueban gastos de viaje con chicles, cepillos de dientes o comidas de más de dos mil pesos, a el regidor Edmundo Oregón Cruz no le sorprende. Los dispendios municipales en Bahía de Banderas, aunque incorrectos, no le parecen una novedad: siempre han sucedido y pararlos será difícil, asegura, a menos de que se cambie el marco jurídico que existe en el estado de Nayarit.
Oregón Cruz dice tener muy claro lo que sucede con esos gastos: hay desesperación del gobierno municipal por erogaciones que hace el presidente municipal, tomando de un cajón, el que sea, para atender compromisos de campaña. Luego, que su equipo se encargue de tapar los agujeros, como se pueda, sin importar que el trabajo de comprobación no sea muy fino, como se observa en las facturas presentadas en tres viajes a Tlalpujahua, Michoacán, por parte de una proyectista de Obras Públicas que acudió al poblado a “cotizar cantera”, según refieren los oficios de comisión. Los gastos de los viajes, que en suma habrían costado al erario cerca de 16 mil pesos, fueron comprobados con facturas emitidas sin respetar el consecutivo fiscal.
“Evidentemente esos errores en el consecutivo, la facturación de chicles y de cepillos de dientes, lo que demuestran es una desesperación de los funcionarios por justificar otros gastos. Lo que pasa es que el presidente municipal es a veces muy eufórico para resolver las gestiones que le hace gente que lo apoyó en la campaña y que no trabaja en el Ayuntamiento. Hay, evidentemente, una salida de efectivo que no está bien controlada y que luego hay que tratar de justificar de acuerdo con el cajón (partida) de la que se haya tomado”, señala el edil.
Desde su punto de vista, resolver el problema aunque no es fácil sí es posible. La respuesta sobre qué se debe hacer en el Cabildo para detener el desvío o mal uso de recursos por parte de los funcionarios está en una serie de reformas al marco jurídico que existe en el estado.
“Desgraciadamente todo el marco jurídico en Nayarit está diseñado para garantizar que sea una sola persona la que gobierne, la que mantenga todo el poder. Así, las leyes dan facultades muy discrecionales al gobernador primero y a los alcaldes después, en lugar de establecer que los cuerpos colegiados, como el Congreso y los Cabildos, mantengan poderes de supervisión y auditoría que permitan garantizar un uso más democratizado y transparente de los recursos”, explica.
Reformas a la Ley Municipal del Estado de Nayarit, la Ley Estatal de Hacienda, las Ley Estatal de Responsabilidades de los Funcionarios Públicos y la creación de reglamentos y normas en los municipios son, entre otras cosas, urgentes.
“Lo he establecido desde el principio de mi gestión como regidor y me da pena reconocerlo, pero este marco jurídico nos tiene viviendo en el estado con mayor retraso del país”, concluyó.

Evade respuestas

El director de Obras y Servicios Públicos del Municipio de Bahía de Banderas, Rodolfo Hugo Ortega Díaz, evadió responder el destino real de los recursos comprobados por su área como viáticos en diferentes facturas que demuestran inconsistencias. “No es lo que parece. No es lo que ustedes piensan”, dijo al primer intento. Entonces, cuando se le preguntó cuál era la realidad, chasqueó la boca y sólo respondió: “Es muy temprano para que me pregunten eso”, y dio por terminada la entrevista.

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